Situado en el sureste del Alentejo, junto a la frontera con España, el municipio de Barrancos revela una identidad cultural profundamente marcada por su ubicación geográfica. El paisaje está dominado por vastos alcornocales y encinares, que forman un ecosistema de gran valor natural. Este territorio alberga una biodiversidad notable, sirviendo de hábitat a diversas especies salvajes, algunas de ellas de gran importancia para la conservación.
La historia de Barrancos está intrínsecamente ligada a su condición de tierra fronteriza, un factor que ha moldeado sus tradiciones y el modo de vida de su comunidad. Una de las expresiones más distintivas de esta herencia es el dialecto barranquenho, un habla que refleja la fusión de influencias culturales ibéricas y constituye un elemento único del patrimonio inmaterial del municipio.
La vida económica y social del municipio tiene raíces profundas en la agricultura y la ganadería, con particular destaque para la cría del cerdo de raza Alentejana. Esta actividad, además de ser un pilar económico, está en el centro de las tradiciones gastronómicas y culturales locales.
Las manifestaciones culturales y las costumbres practicadas en Barrancos reflejan la autenticidad de la vida rural alentejana. Las celebraciones anuales y las prácticas cotidianas revelan una conexión genuina con el territorio y sus raíces históricas, invitando al descubrimiento de un municipio donde la tradición se mantiene viva y es parte integrante de su identidad.
Sabores auténticos que cuentan la historia de nuestra tierra