Situado en el distrito de Coímbra, el municipio de Soure ofrece una experiencia tranquila y auténtica, marcada por su rica herencia histórica y sus serenos escenarios naturales.
La región presenta vestigios de una ocupación antigua, desde la presencia romana hasta la fundación de su imponente castillo medieval, que se alza como un testimonio silencioso de siglos de historia.
Los paisajes de Soure están moldeados por la presencia de ríos como el Mondego, el Arunca y el Pranto, que serpentean por campos verdeantes. Uno de sus mayores tesoros naturales es el Paul de Arzila, una zona húmeda de gran relevancia ecológica. Este lugar es reconocido como un importante santuario para diversas especies de aves y un ecosistema fundamental para la biodiversidad.
El municipio mantiene un carácter rural distintivo, donde las tradiciones perduran y la vida sigue un ritmo más tranquilo. Es un lugar que invita al descubrimiento de caminos rurales y a la contemplación de la naturaleza, ofreciendo una visión de la vida cotidiana y del paisaje del centro de Portugal.
Sabores auténticos que cuentan la historia de nuestra tierra