Portimão, un municipio algarvío con una identidad fuerte, se sitúa en la desembocadura del río Arade, revelando una profunda conexión con el mar y su historia. Este lugar ha sido, desde tiempos antiguos, un punto de confluencia de culturas y actividades, moldeado por su geografía costera y la proximidad a una vasta área de estuario.
La historia de Portimão está intrínsecamente ligada a la actividad pesquera y al desarrollo portuario. Su río, el Arade, sirvió como vía esencial para el comercio y la comunicación, impulsando el crecimiento de la ciudad a lo largo de los siglos. Hoy, aunque modernizado, el puerto mantiene su relevancia, reflejando la continuidad de esta tradición marítima.
El paisaje de Portimão se caracteriza por sus extensas playas de arena dorada, que se extienden a lo largo de la costa atlántica, como la Praia da Rocha. Estas playas son un elemento central de la identidad del municipio, beneficiándose del clima templado de la región. La franja costera está marcada por acantilados de tonos cálidos y formaciones rocosas que crean escenarios naturales distintos.
Más allá del litoral, el municipio engloba una diversidad de ambientes, desde la zona ribereña, con su particular belleza natural, hasta el interior, donde el paisaje adquiere un carácter más rural. Portimão se presenta, así, como un lugar donde la tradición se encuentra con el desarrollo urbano, en un escenario natural que continúa siendo uno de sus mayores atractivos.