Situado en el corazón del Alto Alentejo, el municipio de Crato ofrece un viaje en el tiempo, donde la tranquilidad del paisaje se entrelaza con un rico pasado histórico. Esta región, marcada por la vasta llanura alentejana y por los alcornoques que salpican el horizonte, invita a una experiencia de serenidad y descubrimiento.
El Crato es inseparable de la presencia y el legado de la Orden de Malta. Fue aquí donde se estableció el Priorato del Crato, convirtiéndose en un centro de gran importancia militar y administrativa a lo largo de los siglos. La influencia de esta orden caballeresca aún es visible en la arquitectura y en la atmósfera del municipio, transportando a quienes lo visitan a épocas de leyendas y heroísmo. Se puede observar la solidez de sus construcciones y la forma en que la historia moldeó la identidad local.
Además de su herencia histórica, el municipio destaca por su belleza natural. El paisaje está dominado por campos abiertos, que cambian de color con las estaciones, y por alcornocales y encinares, que albergan una rica biodiversidad. La calma del ambiente rural permite al visitante apreciar el ritmo lento de la vida alentejana, los sonidos de la naturaleza y los cielos estrellados que se revelan al caer la noche. La pureza del aire y la sensación de espacio son características marcadas de esta tierra.
Crato proporciona una inmersión auténtica en la cultura alentejana, donde la tradición se mantiene viva. Es un lugar para quienes buscan comprender el alma del Alentejo, lejos del ajetreo, y para quienes valoran la historia y la autenticidad de un territorio con historias que contar en cada rincón.
Sabores auténticos que cuentan la historia de nuestra tierra