Ponte de Sor, situado en el corazón del Alto Alentejo, es un municipio donde la serenidad del paisaje se encuentra con la abundancia de sus cursos de agua.
La identidad de este territorio está modelada por la presencia del río Sor, que dio nombre a su cabecera, y por la cercanía del vasto río Tajo, creando un escenario natural rico y diversificado. Aquí, las extensas llanuras, salpicadas por alcornocales, dibujan un horizonte de tranquilidad y de conexión profunda con la naturaleza.
El municipio se caracteriza por una atmósfera genuina, donde el ritmo de la vida rural se mantiene en armonía con el paisaje circundante. Sus campos cultivados y las vastas áreas de alcornocales son un testimonio de la riqueza agrícola y forestal de la región, con especial mención a la industria del corcho, que aquí tiene profundas raíces.
La historia de Ponte de Sor, aunque discreta, revela su importancia como punto de paso y de encuentro a lo largo de los siglos. Es un lugar que invita a la observación de la naturaleza y al disfrute de una calma profunda, lejos del ajetreo de los grandes centros urbanos. Su paisaje alentejano, con sus tonos cálidos y su luz característica, ofrece un refugio para quienes buscan la autenticidad y la belleza natural del interior de Portugal.
Sabores auténticos que cuentan la historia de nuestra tierra