Coruche, un extenso municipio en el distrito de Santarém, invita a una inmersión en la autenticidad del Ribatejo. Este territorio vasto y diversificado está moldeado por su paisaje natural y por las tradiciones que se mantienen vivas, ofreciendo una visión auténtica del campo portugués.
El paisaje de Coruche está dominado por el alcornoque, un ecosistema único y fundamental para la economía local. Coruche es justamente reconocida como la Capital Mundial del Corcho, desempeñando un papel crucial en la producción y transformación de este recurso natural. Recorrer los caminos rurales del municipio permite observar la armonía entre la actividad humana y la conservación ambiental, en un escenario de gran belleza natural.
Las vastas llanuras de la ležíria, fértiles y atravesadas por el Río Sorraia, caracterizan otra faceta de Coruche. Aquí, la agricultura tradicional y la cría de ganado han moldeado el paisaje y el modo de vida. El río, elemento vital, contribuye a la riqueza natural del territorio, siendo un hábitat para diversas especies y un escenario de tranquilidad, ideal para la observación de la avifauna y para disfrutar de la serenidad del ambiente rural.
La cultura de Coruche está intrínsecamente ligada al campo. Sus tradiciones reflejan la conexión profunda con la tierra y el ganado, especialmente el toro bravo, que forma parte de la identidad ribatejana y es un símbolo de la región. La autenticidad rural y la hospitalidad de su gente son sellos que se sienten en cada localidad y que enriquecen la experiencia de quienes exploran este municipio. Coruche es, así, una invitación a descubrir el alma del Ribatejo, donde la naturaleza preservada y la herencia cultural se entrelazan.
Sabores auténticos que cuentan la historia de nuestra tierra