Sesimbra, situada en el distrito de Setúbal, es una villa con un profundo legado marítimo y una belleza natural envolvente. Su historia está intrínsecamente ligada al mar, una herencia que se refleja en la atmósfera local y en el día a día.
El Castillo de Sesimbra, una fortaleza medieval, se alza en la cima de una colina, ofreciendo vistas panorámicas sobre la villa, el puerto y el vasto océano Atlántico. Este monumento es testigo de siglos de historia y proporciona una perspectiva única sobre la región.
Las playas de la villa, como la Playa de California y la Playa de Oro, son lugares acogedores para disfrutar del entorno costero. La ensenada natural, protegida por esta ubicación, contribuye a un ambiente sereno y propicio para el descanso.
El paisaje circundante de Sesimbra está marcado por la proximidad a la Sierra de Arrábida, un área de gran valor natural que confiere un escenario diverso. A lo largo de la costa, especialmente en dirección al Cabo Espichel, es posible encontrar vestigios geológicos únicos, como las huellas de dinosaurios, que revelan una parte de la prehistoria del planeta y atraen el interés de quienes buscan la singularidad.
El puerto pesquero es un centro vital de la comunidad, donde se observa la actividad pesquera que desde hace tiempo define a Sesimbra. La llegada de las embarcaciones y la descarga del pescado son momentos que ilustran la tradición viva de la villa, un elemento central de su identidad cultural.