Necrópolis de Carenque

Categoría: Naturaleza > Reserva natural

Distrito: Lisboa > Amadora > Carenque > Serra das Brancas

Ubicación:

La Necrópolis de Carenque se sitúa en el área de la Sierra de las Brancas, en la localidad de Carenque, municipio de Amadora. Aunque integrada en un entorno predominantemente urbano, el lugar se encuentra en una elevación que le confiere un ambiente de mayor serenidad. Permite a quien visita una inmersión en un espacio donde la historia y la tranquilidad se cruzan, invitando a la contemplación de este antiguo sitio arqueológico.

Un Legado de Milenios:

Este notable sitio arqueológico es un valioso testimonio del final del período Neolítico, con vestigios de ocupación que se remontan al 3.º milenio antes de Cristo. La Necrópolis de Carenque fue construida y utilizada por comunidades que vivían en la región del estuario del Tajo, en una fase en la que la economía local se basaba en la agropecuaria. Su importancia trasciende el ámbito local, siendo un elemento crucial para la comprensión de la Prehistoria en Portugal.

La Ingeniería de las Grutas Artificiales:

La Necrópolis de Carenque se compone de tres sepulcros colectivos, conocidos como Grutas Artificiales, por haber sido excavados directamente en los afloramientos calcáreos del área. La arquitectura de cada sepulcro es característica: un corredor de acceso, generalmente orientado hacia naciente, conduce a una cámara funeraria circular a través de un pequeño portal con formas redondeadas. Originalmente, tanto el corredor como la parte superior de la cámara (una claraboya) estaban cubiertos por pesadas losas de calcáreo, sellando la estructura al exterior y confiriéndole una apariencia discreta en el paisaje.

Rituales y Descubrimientos:

Descubierta y estudiada en 1932 por el arqueólogo Manuel Heleno, esta necrópolis reveló un importante conjunto de hallazgos que ilustran las prácticas funerarias de la época. En el interior de los sepulcros, se encontraron restos humanos de diversos individuos, acompañados de ofrendas y objetos de uso cotidiano o ritual. Entre los hallazgos destacan cerámicas, artefactos de piedra y metal, y peculiares ídolos en calcáreo. Aunque la mayoría de estos objetos se encuentran depositados en el Museo Nacional de Arqueología, en Lisboa, una pequeña exposición en el propio lugar de la Necrópolis ayuda a contextualizar la vida y los rituales de las poblaciones que aquí sepultaban a sus muertos hace milenios.

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