Castillo de Chaves

Categoría: Arquitectura militar > Castillo

Distrito: Vila Real > Chaves > Chaves > Quinta da Estação

Localización

El Castillo de Chaves se erige en una posición prominente en el centro histórico de la ciudad, en la parroquia de Santa Maria Maior. Situado sobre una elevación, ofrece una perspectiva privilegiada sobre el curso del río Támega y el valle circundante. Su presencia dominante en el tejido urbano de Chaves refleja su importancia histórica como punto estratégico de defensa de frontera, particularmente con la vecina Galicia.

Sus jardines, cuidadosamente mantenidos y delimitados por tramos de la antigua muralla, proporcionan un ambiente agradable para un paseo, donde se pueden observar elementos de las antiguas defensas y disfrutar del paisaje sobre la urbe.

Memorias Históricas

Los cimientos de la presencia humana en Chaves se remontan a tiempos prehistóricos, pero fue en la época romana, con la denominación de Aquae Flaviae, que el poblado ganó relevancia. El castillo, tal como lo conocemos hoy, comenzó a tomar forma medievalmente, con las primeras defensas atribuidas al siglo IX.

A lo largo de los siglos, esta fortificación fue escenario de intensos enfrentamientos y cambios de poder, desde las incursiones suevas y visigodas hasta la ocupación musulmana y las sucesivas reconquistas cristianas. Su importancia se consolidó en el siglo XIII, cuando, bajo el reinado de D. Afonso III, Chaves recibió su primer fuero, marcando el inicio de la reconstrucción de sus defensas, incluyendo la imponente Torre del Homenaje.

Posteriormente, el castillo desempeñó un papel crucial en las Guerras de Restauración, momento en que sus estructuras fueron modernizadas para resistir la artillería. Clasificado como Monumento Nacional desde 1938, el Castillo de Chaves es un testimonio vivo de la historia militar y política de Portugal.

Arquitectura y Contemplación

Del conjunto fortificado original, destaca la Torre del Homenaje, una estructura robusta de planta cuadrangular, con unos veintiocho metros de altura. Se caracteriza por sus almenas y matacanes en la parte superior, así como por aberturas como saeteras y aspilleras bíforas en los muros de granito. El acceso se realiza a través de una escalera de piedra que conduce a un portal en arco de vuelta perfecta, coronado por un escudo real.

En el interior de la Torre del Homenaje, distribuido en cinco pisos, se encuentra un espacio museológico. Aquí, los visitantes tienen la oportunidad de ver de cerca una colección de artefactos militares, como armas y uniformes, que ilustran la evolución de la defensa desde la Edad Media hasta la actualidad. La observación de detalles arquitectónicos internos, como las conversas en las aspilleras o la cisterna que recogía agua, ofrece una perspectiva auténtica sobre la vida y la funcionalidad de una fortaleza medieval.

Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.pt